Rol Generation: Midori Yukiko

Como ya dije en la entrada de Rol Generation hablaré sobre Midori Yukiko. Midori no fue mi primer personaje, de hecho tuve muchísimos más antes que ella, y hasta la fecha no me había hecho un personaje tan de ese estilo. Antes de hablar de cómo es el personaje, me gustaría hablar de por qué he elegido a Midori y no a otra, como a Hyo/Helena, que es por quien muchos me conocieron. En resumen, se debe a que para mí Midori marcó un antes y un después de todo.

Conocí a mucha gente con mi personaje de Hyo (de hecho hasta me he ganado que me llamen así y me conozcan por ese nombre), y fue, sin duda alguna, una etapa de mi vida importante. Pero no una etapa tan importante como la de Midori. Y apartándome un poco del personaje en sí, gracias a Midori llegué a sentirme realmente querida por alguien, por Zen, en resumen, por May. Puedo hablar sin miedo a equivocarme que aunque ya había tenido personajes con May antes que eran “pareja” (Nori y Arnya), con Midori empezó a ser todo mucho más intenso y, en resumen, fue mi mayor método de desahogo cuando quería decir lo que sentía y no podía detrás del personaje. Aunque, ¿Qué os voy a contar que no sepáis ya? Posiblemente a muchos de vosotros os ha pasado lo mismo en algún momento. No confundo rol con realidad, ojo, no se trata de eso. Es solo que, a veces, nos gustaría poder expresarnos y decir las cosas que hacen nuestros personajes y que, sin querer, acabamos haciéndolo indirectamente.

Ya sin más rodeos empezaré con el test propiamente dicho. ¿Cómo es Midori? Más alta y menos niña de lo que muchos han llegado a pensar. Larga melena (aunque por una época fue corta) bicolor, rosado y blanco, que de ahí se ganó que la llamasen “flor de cerezo”. Ni es muy delgada ni es demasiado ancha, una chica normalita, de ojos eso sí grandes y expresivos de un rojizo intenso. Dulce, sincera, sentimental y con un gran instinto de protección que nunca ha sabido llevar, más o menos así se podría resumir a Midori. Aunque al final, si tuviera que definirla con una sola palabra, esa sería triste.

Midori ha tenido que superar muchísimas cosas difíciles a lo largo de su vida. Para empezar la muerte de su “abuela”, lo que supuso un cambio de vida desde el principio al conocer a Zen e irse con él. La muerte de Chels, que Zen la dejase atrás, que Kain la hubiese poco menos que torturado…Sin duda alguna ha pasado por tantas cosas difíciles que me costaría elegir solo una de ellas. Pero uno de los roles que a mí misma me ha hecho llorar (me meto muchísimo en el papel), y uno de los momentos que marcó un antes y un después en el comportamiento y en la forma de pensar de Midori, fue cuando Kain y Zen pelearon hasta morir delante de sus propios ojos y tuvo que despedirse de ellos.

Sí, Midori estaba enamorada, y ha sido un elemento bastante importante en su historia. Prácticamente Sakura no Mujaki Sa (la historia de Midori y Zen) es un shoujo en toda regla. Amaba a Zen más que a cualquier otra cosa, y aún lo sigue haciendo. ¿Problemas con eso? Muchísimos. Sus dudas al principio, su miedo y confusión a todo lo que la rodeaba. Cuando Midori descubrió lo que sentía y supo que Zen la correspondía, la historia dio un giro y Zen se marchó abandonándola (o eso es lo que parece en la historia). Kain apareció en su vida como una enredadera de espinas, era malo, y ella lo sabía, pero siendo quien Midori era pudo ver en él los motivos que le impulsaban a hacer lo que hacía, y pudo entender que en realidad Kain era solo una víctima más del odio del mundo. Él mismo cambió, y sin Zen y creyendo que no volvería a verle, se dio cuenta de que empezaba a sentir algo por él. No llegó a amarle como a Zen, pero sí que hubo algo, y se arrepentirá de ello toda su vida, pues Zen volvió. No fue una buena época para Midori, sentía que había traicionado a Zen, y la situación tan difícil que vivían les impedía reconciliarse. Aunque como casi siempre en historias como estas, el amor acabó triunfando. Pero no fue fácil.

Por más que Midori pueda pensar lo contrario, sobre todo en lo que respecta  a su traición hacia Zen y sus sentimientos por Kain, catalogaría a Midori como un personaje “bueno” de los pies a la cabeza. Al fin y al cabo y sabiendo su historia, ha nacido para ser buena, directamente hablando. Su instinto del sacrificio está muy por encima que el de cualquier otro, siente que debería cargar con el dolor y la tristeza de todo el mundo que le rodea, y que ha nacido para precisamente eso. Es la clave que pone fin a una guerra de muchos años, cree que debe ser neutral, entender a cualquiera, y sobre todo después de Kain está segura de que todo el mundo tiene un motivo para hacer lo que hace, los malos no son malos  ni los buenos son buenos sin más, todos tienen sentimientos, motivos, objetivos y sueños, y depende de cada quién cree que hay varias formas de intentar conseguirlos, sea o no correcta, ella lo comprende y lo perdona.

En la historia a decir verdad hay muy pocos momentos divertidos. La vida de Midori se resume en drama, y desde el principio a penas tiene tiempo para nada más que para lo importante. Pero supongo que si hay algo que puede ser gracioso en la historia es el personaje de Spell, que aunque también tiene una vida muy complicada siempre tiene una broma sarcástica que regalarle al mundo, y disfruta sacando a Zen de sus casillas. Recuerdo un rol donde Midori y Zen se sinceraban sobre lo que sentían después de mucho tiempo, un rol muy emotivo y, para algunos, “ñoño”. Spell entró en la habitación sin importarle lo más mínimo, y mientras decía lo que tenía que decir, fue cogiendo libros, hojeándolos y tirándolos al suelo sin más. A Zen se le notaba la vena asesina en la sien y Midori, sabiéndolo, iba detrás de Spell recogiendo todo lo que tiraba para que no acabasen matándose el uno al otro. Lo cierto es que me divirtió muchísimo esa escena.

Por más que Midori quiera proteger, cargar con el dolor y ser de utilidad, su propia naturaleza bondadosa le impide hacer daño a nadie. Al menos, no por su propia mano. Prestaba su poder a Zen (o durante un tiempo a Kain), ella se convertía en la espada que sostenían, y podía sentir de esa forma la vida que ella misma arrancaba a tantas personas. Midori no luchaba por su propia mano, ella curaba a los heridos y prestaba su poder para que fuese otro quien luchara. Aunque siempre, aunque sabía y era consciente de la cantidad de personas que morirían prestando su poder, siempre le entristecía y le dolía el alma.

Midori no ha tenido la oportunidad de hacer muchos amigos. Antes de todo lo que pasa en la historia iba a preparatoria, y aunque se llevaba bien con todos, ninguno podía considerarlo como mejor amigo. Una vez empieza la historia conoce a una mujer, Haru, con quien entabla una amistad muchas veces parecida a la relación de madre e hija. Chels también fue una buena amiga para ella, aunque no congeniaban demasiado bien al principio. Kewari, subordinado de Zen, también formaba parte de su vida, aunque menos. Se podría decir que su mejor amigo ha sido Spell, siempre en las sombras, no era aceptado ni por Kain ni por Zen, y aunque fuese un egoísta que siempre miraba por sus propios intereses, él y Midori pudieron entablar una amistad sincera después de todo.

¿Enemigos? Muchísimos. La guerra se componía de Nodens y de humanos, y ella estaba justo en medio. Quienes creía que eran amigos luego fueron enemigos, quienes consideraba enemigos al final empezó a verlos de otra forma, todos la perseguían, todos querían tener el poder de Midori en su bando para ganar la guerra, y todos intentaban destruir a la resistencia que Zen y los demás habían formado para acabar con el conflicto. Midori tenía tantos enemigos que ni siquiera los conocía. Al principio su mayor enemigo fue Kain, el líder de los Nodens, y más adelante (y aún hoy) Abel, el líder de los humanos. También el hermano de Zen, Dimitri, quiere matarla con la simple intención de hacerle daño a su hermano, a quien odia. Por eso su historia es tan difícil, porque si algo le sobra a Midori, son enemigos.

Con respecto a las curiosidades creo que podría destacar que está obsesionada con los vampiros. Su “abuela” siempre le prestaba novelas, y las historias victorianas, oscuras y con vampiros eran sus preferidas. Siempre le llamaron la atención, por más que ella fuese tan cálida que a cualquiera le sorprende si se viste de negro o si le gustan las historias oscuras. Ve a Zen como un vampiro, y aunque los Nodens tienen semejanzas con ellos no lo son en absoluto.

Sí, Midori tiene poderes. Ella misma es un poder, por decirlo de alguna forma. La llaman “la inocencia de dios”, y es objeto de una profecía. Un ser bondadoso y compasivo que en lugar de prestar su poder para destruir, lo presta para proteger y acabar con la guerra entre una raza y otra. Un ser puro y de buen corazón muy difícil de corromper, neutral por naturaleza, como expliqué antes en su punto de vista de lo “bueno” y lo “malo”. La profecía habla de que elegirá a una persona digna de su poder, que en este caso es Zen (aunque Kain también lo fue). Depende de qué persona el poder que Midori preste es diferente (en el caso de Zen una espada, en el caso de Kain una guadaña). Además, es capaz de sanar cualquier herida y cargar con el dolor de la misma, es el pilar que sostiene la guerra, lo que hay detrás de la muerte y la batalla, por decirlo de alguna manera.

¿Midori feliz? Hablando rápidamente podría decir que no. Ha pasado demasiadas cosas, ha visto demasiada muerte y demasiado odio para ser un alma pura. Sin embargo Midori es capaz de valorar cualquier mínimo detalle, por insignificante que sea, y si puede llegar a ser feliz en algunos momentos es gracias a ello, a Zen y a sus amigos, a las cosas buenas que sigue teniendo el mundo aunque por momentos parezca desmoronarse sobre ella. Quizás si todo eso desapareciese, si la guerra terminase y dejase de morir gente que le importa, en ese momento sí podría considerarse feliz.

Como expliqué antes Midori es un ser único, “la inocencia de Dios”, un ser puro. Pero como ya lo nombré antes nombraré ahora a los Nodens, la raza que May yo nos inventamos. Son algo parecidos a los vampiros en cuanto a su afinidad con la sangre, no se alimentan de ella ni la necesitan, pero sí pueden beberla y usarla en ciertas cosas. La característica más importante en los Nodens es que todos ellos tienen los ojos rasgados en sus pupilas, como los ojos de un gato. Cada uno tiene un poder propio, hay muchísimos Nodens y la variedad de poderes es muy amplia. En la guerra hay diez de ellos con un número asignado, empezando por el más fuerte al más débil, puestos que pueden ir cambiando a medida que mueran o que unos superen el poder de otros. Kain era el primero, y Zen el segundo. Al menos hasta cierto punto de la historia en la que eso cambia.

Y para concluir, lo que más me gusta de Midori es que es capaz de decir y hacer lo que siente. Es sincera, tanto con los demás como consigo misma, y no todo el mundo puede alardear de ello. Es muy sensible y no le da miedo demostrarlo, dice lo que siente y como lo siente, no oculta nada. Además de su bondad y, por qué no, a veces su inocencia al pensar que todo el mundo tiene un motivo para hacer lo que hace, sea bueno o malo. Muchas veces es algo que a mí misma me pasa, y aunque sea algo tonto (y puedan jugármela con muchísima facilidad), confió en las personas demasiado pronto porque, muchas veces, pienso que la gente no tiene intención de hacer cosas malas sin motivo.

Lo que menos me gusta de Midori es su indecisión y debilidad. No saber qué hacer, ser indecisa o no atreverse a hacer algo a tiempo le ha pasado factura muchas veces, y la ha llevado a cometer muchos errores de los que ahora y siempre estará arrepentida. Además, si Midori no fuese tan dulce o buena podría luchar y proteger como mejor pueda a los demás.  Es el típico personaje anime que te quejas de que ha sido tonta al tomar una decisión o que es imbécil por no ser capaz de defenderse por sí misma. Quizás yo lo veo diferente porque soy yo la que la hace así, pero los personajes así no suelen agradar a todo el mundo. Yo conozco las fortalezas de Midori, pero quizás lo que menos me gusta de ella es que no son fáciles de ver y es muy fácil juzgar sus malas decisiones o pensar que directamente no sirve para nada.

Y bueno, hasta aquí mi resumen de Midori. Haciendo referencia a Aku y a lo que ha dicho en su blog, que me ha hecho muchísima gracia, soy una invertida (que se nota a kilómetros solo con el blog de, según ella, Invertidolandia) y“tengo complejo de Tolkien”. He escrito una barbaridad, lo sé, pero bueno. Me despido agradeciendo a los que habéis querido hacer el test o a los que hayáis leído esto. Quizás haga más cositas en este plan cuando se me ocurran, quién sabe. Sayo, ¡Y nos vemos en la próxima entrada!