¿Hipocresía?

Últimamente me sorprende la facilidad con la que la gente parece confundir el término hipócrita con el hecho de que alguien simplemente cambie de parecer. Quizás no es culpa suya, hay mucha gente de débiles principios que desde que conocen a alguien nuevo ya quieren regirse por los suyos dejando a un lado los propios, y por desgracia he conocido muchas de esas personas a lo largo de mi aún cortita vida. No os culpo si confundís la hipocresía de estas personas que moldean su personalidad según con quién estén y a quién quieran agradar, pero eh, a veces os pasáis un poco de la raya. Porque una persona cambie de opinión no significa que sea hipócrita.

Todo el mundo cambia. A todo el mundo le pasan cosas que le hacen ver el mundo de manera distinta, o mejor dicho, cosas que logran quitarte el velo de los ojos y te permiten ver lo que antes no podías ver, y que con el tiempo, aprendes a valorarlo. Hay personas que no entienden que puedes seguir fiel a tus principios básicos admitiendo que te has equivocado al pensar mal sobre algo y que con el tiempo te ha acabado gustando. La hipocresía se encuentra donde dices que siempre te ha gustado algo cuando no era verdad, y no admites que te has equivocado al pensar lo contrario.

Esto me lo ha enseñado, de nuevo, San Valentín. A mí antes no me gustaba San Valentín, ¿Pero sabéis qué? Que lo “felicitaba” siempre. Y de hecho he regalado algo alguna que otra vez en San Valentín aunque no me gustase, y eh, el aspecto comercial de ese día sigue sin gustarme. Como tampoco me gusta el aspecto comercial de los cumpleaños, de las navidades, o del día de la madre y del padre. ¿Que tener pareja ha hecho que cambie de “parecer”? Sí, y no. Porque yo siempre he celebrado mi cumpleaños, siempre he celebrado la navidad y siempre he celebrado San Valentín. El hecho de tener pareja no ha cambiado eso, lo que ha cambiado ha sido mi forma de ver las cosas. Quizás porque nunca he estado enamorada de verdad hasta ahora, y os compadezco, de verdad y no por dármelas de “""superior""” a vosotros. Os compadezco de verdad que viváis tan amargados como para dároslas de “haters” con todo y todos, porque eh, no me parece más que una falta de cariño inmensa. Puede gustarte algo y puede no gustarte, y cualquier opinión de ello es válida. Lo que no entiendo es cuando eso pasa a insultar a los que sí que les gusta llamándoles de todo menos bonito.

Me he desviado un poco del tema. Todo esto viene a que realmente yo no considero que si alguien cambia de opinión, o de gustos, sea hipócrita. ¿O me vais a decir que, por ejemplo, os vestís igual que os vestíais antes? ¿A que no? O, no sé, ¿Os gusta la misma música? Habrá muchos a los que sí, pero habrá otros muchos que por la época del “reaggeton” o como se escriba os gustaba y lo escuchabais. O los coches tuneados gracias a juegos como el need for speed. No sé, pienso que según crecemos los gustos varían, y personas que antes renegaban de todo gracias a algo o a alguien han sabido admitir que ahora sí que les gusta, y eso no es hipocresía. Hipocresía es cuando en lugar de admitir que ahora te gusta, hablas como si te hubiese gustado de toda la vida. O siendo más rebuscada, hipócrita es aquel que aunque parezca que “odia” (que luego en realidad no odian a nada, solo que últimamente parece estar de moda dárselas de antipático y borde) en realidad solo necesita cariño. Todos somos muy distintos detrás de una pantalla a como realmente somos, y a veces las palabras que decimos nos vienen muy grandes.

No sé, ¡Seré hipócrita entonces por haber cambiado en un año y medio, que creo que es tiempo suficiente como para descubrirse a sí misma! Aunque soy el triple más “mujer” ahora que antes, tengo MUCHÍSIMO más claro las cosas que me gustan y las que no me gustan, a quién quiero DE VERDAD, y en general, ahora sí que me considero yo misma. ¿Soy hipócrita por haber descubierto lo que me gusta? Pues habrá a quién lo parezca. Yo prefiero verlo como que antes ni siquiera sabía qué era lo que me gustaba. Dije e hice muchas tonterías antes y todo por no saber qué era lo que buscaba o lo que quería realmente. Pero ahora resulta que soy hipócrita por haberlo descubierto. En fin, la gente y su filosofía.

A todo esto, en alguna entrada hablaré sobre esas personas que parecen ser felices dándoselas de borde. Aunque lo haré cuando sepa qué decir, porque ahora mismo solo podría decir un “no lo entiendo en absoluto”. De momento esta entrada se va acabando, toda opinión es bienvenida, tanto si piensas como yo como si piensas lo contrario, siempre que seas capaz de darla desde el respeto y no con malas intenciones, que nos conocemos. Sayo, y nos vemos~