Me
lleva pasando desde que tengo memoria, y nadie entiende por qué. Al principio
pensé que era cosa mía, pero ya me lo han dicho agentes externos a mi propia
consciencia y da que pensar. “Tía, ¿Qué clase de imán tienes para las niñas
gilipollas?” Porque otra cosa no, pero tías imbéciles he conocido a mil
millones, y las que me quedan por conocer.
No me
refiero a chicas con las que haya discutido alguna vez por H o por B, o chicas
con las que simplemente nunca llegué a llevarme demasiado bien. No todos somos
iguales y la personalidad de cada uno es un mundo, me puede gustar más o me
puede gustar menos, pero no suelo despreciarlas por ello. Ahora, eso sí, del
espécimen del que estoy hablando en particular no puedo decir lo mismo.
¿No os
ha pasado? A los que roleábais en Tuenti hace ochenta millones de años, esas
personas que te agregaban diciendo, desde el principio, que querían ser tus
amigas y que eras la mejor persona que habían conocido en su super larga vida?
Personas a las que se les nota a kilómetros que no hacen más que decir mentiras
una tras otra para, supongo, quedar bien o dárselas de interesante, y que a la
mínima a la que le descubres esas mentiras se inventan veinte más para cubrirse
las espaldas. Venga, manifestaros a los que os haya pasado, porque no quiero
ser la única que se haya encontrado con estas cosas.
Para
empezar, será que soy un poco antisocial y que no voy contándole a personas que
ni conozco ni conoceré mis intimidades, pero ¿En serio puedes hablar con
alguien, por primera vez, y pedirle que sea tu amiga? Así, sin más. Esos
momentos en los que dan ganas de decir, pero invítame a una cena o a un helado
del Mcdonald’s antes, ¿No? Luego te dicen la edad que tienen y te quedas como…
Guat?
Suponiendo
que sea verdad, claro, que una persona cercana a los 20 pueda tener tan pocas
luces (Aunque infantiles te encuentras hasta con 50, eso tampoco va así, pero una cosa es poco maduro y otra es directamente ser infantil). Luego siempre me acaban montando una buena, una bronca de a saber de
dónde se sacan que, según mi novia, parece una pelea matrimonial que ni siquiera
ella tiene conmigo. ¿Para qué? Para al final pedirme perdón por algo que ni yo
ni ellas entienden y arrastrarse como si les fuese la vida en ello. Todo esto,
recordemos, habiéndome conocido hacía un día o dos y, a veces (y me ha pasado,
que es lo peor), en solo un par de horas. ¿Lo entendéis? Pues yo tampoco.
Desde enfadarse
por “tratarlas mal” en un rol (por lo tanto siendo una de esas personas que no
sabe distinguir lo que es un rol de la vida real), hasta pedirme “abrazos” vía
rol como si fuese algo normal , vamos, como si se creyesen que es cierto por ser un rol o algo por el estilo y, al no dárselos, montar un drama que ni
Shakespeare en el final de Hamlet. Venga, por Dios, que ya tenemos todas unos añitos como
para ponernos de esa manera. Por gente así es por lo que luego dicen que los
otaku son infantiles o que les falta madurez por ver "dibujitos". No será por
lo que vemos, pero bien es verdad que hay mucho gilipollas de esta calaña por
el mundillo. Aunque qué voy a decir que vosotros no sepáis ya, gilipollas hay
en todas partes, sean otaku o de un equipo de fútbol concreto.
En fin,
me voy despidiendo, esto era solo un pequeño desahogo porque de verdad, no lo
entiendo. Y menos entiendo por qué parecen seguirme esta clase de personas. A
May no le pasa, y a mí me pasa aunque me ponga borde y las mande al carajo.
¿Tengo cara de ser igual de sin sentido que ellas o cómo va esto?
Mi consejo del día: No os fiéis de alguien que se presenta como si estuviese escribiendo un rol de los de antes y con faltas de ortografía, ni tampoco si pone muchos puntos suspensivos y dramatiza con cualquier cosa. Son seres peligrosos, y en cuanto se te enganchen luego te las tendrás que apañar para que te suelten del cuello y te dejen vivir.
Sayo, y
nos vemos <3
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